La noche del jaguar (Psy-Changeling #2)(99)
Faith le pasó la mano por el cabello y él ronroneó pidiéndole más. Ella accedió, pues le comprendía sin necesidad de palabras. Era parte del vínculo, pero también se debía a que quería saber, quería complacerle. Y eso le produjo más placer al jaguar que cualquier otra cosa.
Pero una cierta tristeza la embargaba y Vaughn sabía el porqué.
—Estás pensando en Marine.
—Tenemos que detenerle.
—Llamaré al clan.
—?Al clan?
—Eres de los nuestros. Querrán ayudar.
—?Incluso a una psi?
—Ahora eres mi psi.
Agradecía la vena posesiva de Vaughn, pero eso le hizo pensar en algo menos agradable.
—El Consejo no permitirá que me vaya sin luchar.
—Déjame eso a mí. Tú ocúpate de pensar en cómo atrapar al asesino y yo descubriré el modo de mantenerte a salvo.
—De acuerdo.
Confiar en Vaughn era fácil. él jamás haría una promesa que no pudiera cumplir.
Faith no se sorprendió cuando Vaughn la llevó a la ya conocida caba?a de madera para asistir a una reunión con sus compa?eros de clan. Tenía la sensación de que a su jaguar no le agradaba que hubiera demasiada gente en su territorio. Tras bajarse del coche, irguió la espalda y se encaminó hacia el porche. No quería parecer débil delante de las personas que apreciaban al hombre que lo era todo para ella.
Sin embargo, Sascha y su compa?ero no eran los únicos que les estaban esperando, sino que con ellos había un desconocido vestido de negro.
—Este es Judd Lauren —dijo Sascha sentada en una silla junto a la de Lucas.
Faith asintió percatándose del repentino aumento de la agresividad de Vaughn. Lucas tampoco parecía contento. Lo verdaderamente curioso era que el silencioso desconocido también disparó sus alarmas internas. No veía un motivo aparente. Lo que sí sabía era que a pesar de su gélida belleza masculina, era un hombre letal. Pero claro, también lo eran los dos cambiantes.
Consciente de que estaba siendo grosera, pero incapaz de dejarlo estar, continuó con la vista clavada en aquel tipo apoyado contra la pared exterior de la caba?a.
—Yo te he visto antes.
—No. —Su expresión no reveló nada, ni siquiera se inmutó.
Nadie poseía semejante control. Nadie salvo un psi. Pero era imposible que Judd fuera un miembro de su raza.
—No —convino—. Pero he visto a otros como tú.
Aquel hombre inspiraba el mismo miedo instintivo que la guardia secreta que la habían escoltado hasta la reunión para la candidatura al Consejo.
Era poco probable que Judd fuese uno de las casi míticas Flechas, pero la ponía muy nerviosa. Y por si no bastara con eso, en aquel instante apareció doblando la esquina de la casa otro hombre que ponía en alerta sus defensas. Se acercó sigilosamente y se apoyó contra la barandilla a escasa distancia de los demás; sus ojos verdes la observaron con la mirada imperturbable de un depredador valorando a su presa. Le alegraba en grado sumo tener a Vaughn a su lado.
Lucas saludó con la cabeza al recién llegado.
—Clay, creía que ibas a traer a Tammy.
—Cachorros. Rosales. Espinas —respondió de manera abreviada.
Todos salvo ella parecieron comprender. Sascha sacudió la cabeza, con una ligera sonrisa en los labios.
—?Están bien?
Clay asintió.
Sintiéndose fuera de lugar, se apoyó contra el pecho de Vaughn. Sintió que una lengua de fuego líquido ascendía por las yemas de sus dedos allí donde tocaban los vaqueros de él. Vaughn se quedó paralizado y acto seguido pareció reponerse, sin dejar de acariciarle de forma tranquilizadora el brazo.
—Todos sabéis por qué estamos aquí.
—Para localizar al hombre que asesinó a la hermana de Faith —respondió Sascha—. Pero creía que no sabíais lo suficiente.
—?Pelirroja?
—Al principio —comenzó Faith—, solo la veía a ella, a la futura víctima… con la piel muy pálida, cabello rubio platino y ojos azules. Un físico muy poco habitual en un psi, pero no demasiado útil para localizarla. —Se obligó a sumergirse de nuevo en la maldad de las visiones—. Luego empecé a ver más…
—?Porque él la estaba siguiendo? —interrumpió Sascha.
—En aquel momento fue porque pensaba en seguirla.
Todos guardaron silencio mientras asimilaban la realidad de lo que era su vida. Lucas fue el primero en reaccionar.
—?Hasta dónde ha llegado?
—Se encuentra en las fases finales. Las visiones que tengo ahora son sangrientas. —Vaughn la rodeó con los brazos, aunque ella no había dejado traslucir nada ni en su postura ni en su tono de voz. Ser fríamente psi era un modo de protegerse de aquellos depredadores, los cuales no estaban todos de su lado—. Tenemos que detenerle cuando vaya a secuestrarla porque conozco la localización e incluso sé el momento.
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