La noche del jaguar (Psy-Changeling #2)(74)
La posible oferta del Consejo era una oportunidad para sumergirse aún más profundamente en la red, la posibilidad de convertirse en uno de los cuidadores de tan magnífica creación. ?Y Vaughn? ?Acaso él no era también algo asombroso, algo que jamás había imaginado que podría tocar? Su sola presencia disipaba la soledad de su interior dándole una intimidad, una proximidad, que la red nunca podría proporcionarle. Ojalá pudiera tenerlos a ambos.
Pero debía elegir.
Sacudiendo la cabeza para sus adentros a fin de hacer a un lado la pregunta para la cual no tenía respuesta, se desplazó hasta uno de los principales canales de datos. Aunque se podía acceder a la información desde cualquier parte de la red, la mayoría de los datos sin filtrar eran desviados a través de estos puntos y, como tal, se encontraban en su forma más pura.
Absteniéndose de realizar una búsqueda que pudiera dar la voz de alarma, se dedicó a copiar archivos que respondían a ciertas palabras clave y luego se limitó a dejar que los continuos flujos entrantes la atravesaran. Aquel acto no era nada inusual, de modo que no se molestó en comprobar si alguien la seguía.
Cuando después de pasada una hora no encontró nada que se ci?era a sus parámetros, dejó el canal para recorrer la red, cribando los datos aleatorios que superaban los filtros preprogramados. El proceso no era tan caótico como parecía por un motivo muy sencillo: la red se fundamentaba en las mentes de millones de seres psíquicos y, por tanto, se regía según el principio de la energía psíquica. Nadie había conseguido explicar por completo aquellos principios hasta la fecha, pero todos los psi sabían que si buscabas algo con el empe?o y el tiempo suficientes, la red comenzaría a arrojarte datos relevantes, como si fueran un rastro de miguitas de pan.
De igual forma que hizo con Faith.
Algunos murmullos llegaron hasta ella. Tal y como le había dicho al jaguar, cualquier cosa que se hablaba en la red nunca salía de ella, aunque lo que se comentaba dentro de cámaras y escudos quedara encerrado dentro y se degradara en secreto. También los rumores desprotegidos acababan degradándose con el tiempo. Pero hasta que lo hacían, formaban parte del mayor sistema vivo de información del planeta.
—Kaleb Krychek ha sido visto con Nikita Duncan.
—El Consejo tiene una lista de candidatos preseleccionados.
—… hay un posible psi-c…
—Enrique también era un psi-tq.
Faith se sorprendió de los rumores; el Consejo era especialista en asegurarse de censurar la información cuando era necesario. Por lógica, eso significaba que tenían que haber filtrado la lista de candidatos preseleccionados. ?Se trataba de una prueba? ?Poner a Kaleb en contra de Faith y esperar a ver cuál de los dos salía con vida? No le extra?aría que el Consejo empleara tácticas tan sádicas disfrazándolas de eficiencia, pero no tenía sentido en esas circunstancias.
Si hubiera querido una combinación de pura fuerza letal y frío pragmatismo psi, entonces Kaleb era, sin la menor sombra de duda, el candidato indicado. Lo había demostrado sobradamente. Lo cual solo podía significar que la filtración era una advertencia para Kaleb de que esta vez había otro factor en la ecuación. De ser así, no tenía ningún valor. Faith sabía que no había nada que impidiera a Kaleb acabar con ella si decidía que debía ser neutralizada.
Algo rozó su mente, y le pareció tan familiar que apenas le dio importancia. Pero segundos después de que la MentalNet hubiera pasado, se sorprendió dándose la vuelta para buscarla aunque, claro estaba, no podía verla. Simplemente existía. Algo en aquella toma de contacto había estimulado la sección de su mente que albergaba los canales de las visiones. Aquella certeza era un tanto vaga, más un presentimiento que una visión de que la MentalNet iba a tener una gran relevancia en su vida.
Tras dedicar unos instantes más a intentar refinar aquel presagio, se dio por vencida y regresó a su cuerpo, agotada la energía psíquica por el caos de su mente. Resultaba tentador eludir el sue?o como método para escapar de la oscuridad, pero luchó contra esa vocecilla esgrimiendo una lógica indiscutible: las visiones se presentarían estando despierta o dormida. En eso, no tenía alternativa.
Del mismo modo que no tenía opción alguna en la decisión de quedarse o abandonar la red.
Pero dos horas después, el contacto físico que la despertó no era malvado, sino algo mucho más peligroso.
Aquel dedo descendió por su mejilla.
—Tienes ojeras… debería dejarte dormir.
—No. Tenemos que hablar.
Vaughn rompió el contacto físico y se levantó con agilidad para sentarse sobre la cama. Faith se incorporó para mirarle frente a frente.
—He estado pensando en lo que quieres, en la decisión que quieres que tome, pero el hecho es que tengo que vivir en este mundo. Si corto el enlace con la PsiNet, moriré.
—Una vez me preguntaste si podía hacer por ti lo mismo que Lucas hace por Sascha. La respuesta es sí.
Toda su seguridad se hizo trizas.
Nalini Singh's Books
- Night Shift (Kate Daniels #6.5)
- Archangel's Blade (Guild Hunter #4)
- Nalini Singh
- Archangel's Consort (Guild Hunter #3)
- Tangle of Need (Psy-Changeling #11)
- Archangel's Shadows (Guild Hunter #7)
- La noche del cazador (Psy-Changeling #1)
- Caricias de hielo (Psy-Changeling #3)
- Archangel's Kiss (Guild Hunter #2)
- Angels' Flight