La noche del jaguar (Psy-Changeling #2)(30)



—?Pero?

—Ella no es como Sascha, Vaughn. Sascha ya podía sentir cuando vino a nosotros. Aunque la historia de Faith sea totalmente cierta, es tan fría como el resto de su raza. No lo olvides.

Mientras la sostenía entre sus brazos podía sentir el latido de su corazón y la sangre fluyendo por sus venas.

—No es tan insensible como piensas.

—?Qué es lo que ha pasado?

—Creo que Sascha y tú debéis oírlo. Desayunad primero y dadle tiempo a Faith para que despierte.

Lucas asintió y siguió a su compa?era al interior. Vaughn sintió que una extra?a tensión desaparecía de sus hombros. No podía precisar la fuente pero, aunque Lucas era su amigo en el sentido más amplio de la palabra, algo en él le había puesto de los nervios. Su relación no había sido nunca la de un alfa y un centinela. La lealtad forjada en los sombríos días de su infancia era mutua; Lucas y Vaughn confiaban ciegamente el uno en el otro. Pero de repente sus instintos reaccionaban como si el otro hombre representase una amenaza.

Frunciendo el ce?o, centró nuevamente la atención en la mujer que tenía entre sus brazos. No tenía motivos para retenerla. Por lo que Sascha les había contado desde que se convirtió en miembro de los DarkRiver, los psi estaban acostumbrados a vivir en un habitáculo y parecía que Faith había estado más recluida que la mayoría. Pero aquella mujer no tenía reparos en adentrarse sola en un bosque, de modo que quizá una parte oculta de aquella psi en particular ansiara la libertad que podía encontrarse en la naturaleza.

Vaughn captó un leve movimiento. Entonces recorrió el femenino brazo con la mano rozando la tela de su camisa, y le acarició la espalda hasta que se despertó. Cuando ella movió la cabeza contra su pecho, el centinela utilizó los pies para mecer suavemente el columpio. Faith pesta?eó levemente y luego abrió los ojos de nuevo.

—?Qué tal la siesta, pelirroja? —Vaughn habló en voz baja en un esfuerzo por que la conversación fuera privada.

Faith cerró el pu?o contra su pecho.

—?Por qué me estás tocando? —Fueron las primeras palabras que salieron de su boca, en un tono quedo y un tanto ronco.

—?Por qué no estás sufriendo otro ataque?

Aquellos ojos estrellados parpadearon y, cuando se irguió, utilizó ambas manos para retirarse el cabello de la cara.

—Tienes razón. ?Por qué no estoy teniendo otro ataque?

Sorprendido, Vaughn no supo qué responderle. Justo en ese instante, salieron Sascha y Lucas. La expresión en el rostro de Sascha al ver a Faith despierta y aparentemente consciente fue impagable. Lucas había sacado un par de sillas de dentro de la casa, que ahora colocó frente a Vaughn y a Faith.

—Siéntate.

Sascha, que sujetaba dos platos llenos de comida, hizo lo que le pedía.

—?Te encuentras bien? —preguntó mientras Lucas le quitaba el plato más grande de las manos.

—Eso creo. —Faith se masajeó las sienes—. Todos mis escudos aguantan contra… —Hizo una pausa y dio la impresión de que tenía que obligarse a pronunciar sus siguientes palabras—: Contra la PsiNet.

En sus palabras podía apreciarse un gran alivio, y Vaughn supo de pronto qué era lo que Faith más temía. Cuando la joven se dispuso a bajarse de su regazo, tuvo ganas de obligarla a quedarse, pero fue ese mismo impulso lo que hizo que la dejase marchar.

Faith se levantó con las piernas temblorosas y respiró hondo.

—Sí, creo que estoy bien. Aunque el bloqueo que me impide hablar de la PsiNet es bastante potente.

—Cuéntales tu visión, pelirroja. —Vaughn ya había imaginado lo que ella había visto, pero deseaba que Faith hablara, que se enfrentara a ello.

Ella cubrió la peque?a distancia hasta la barandilla y pareció centrar la atención en el frondoso verdor de los árboles.

—Otra vez la densa e indefinida oscuridad… el principio de una visión. Esta va aumentando hasta que hay un asesinato que alivia la presión. Al menos así es como creo que funciona. Nunca antes había tenido contacto con un asesino.

—?Por qué lo llamas oscuridad? —quiso saber Lucas.

—No puedo ver nada de forma detallada. Simplemente tengo una sensación de oscuridad. —Parecía no poder encontrar otra palabra para describirlo—. En la oscuridad hay maldad, una intención malévola que comprendo, aunque nunca antes haya experimentado nada de eso. —Su voz dejaba entrever una tensión que Vaughn casi pudo palpar—. Creo que es porque de algún modo me convierto en él mientras estoy teniendo las visiones.

—?Es eso lo normal? —Sascha dejó el tenedor en el plato.

—No. —Faith enderezó la espalda y por fin se volvió hacia ellos—. Normalmente veo con total nitidez, detalles de series de números, pero todo muy definido. Nunca participo en ello.

—Pero no esta vez. —A Vaughn no le gustaba que Faith se hubiera distanciado del grupo cuando era evidente que necesitaba que la abrazaran.

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