Caricias de hielo (Psy-Changeling #3)(17)



—Hay un fantasma en la Red. —Rodeó la mesa para detenerse frente a ellos.

No era eso lo que Faith había querido escuchar, la ni?a que aún habitaba en su interior ansiaba cosas que sabía que Anthony jamás sería capaz de darle. Aquello le producía un dolor sordo en el cuerpo. Entonces Vaughn le acarició la nuca y la tristeza pasó; era una mujer amada, querida y adorada.

—?Un fantasma? —Tomó asiento y los hombres siguieron su ejemplo.

—Nadie conoce la identidad de este individuo, pero a él o a ella se le atribuyen cierto número de actividades insurgentes.

Anthony le pasó un disco que contenía los nombres de empresas que habían solicitado una predicción desde la última vez que habían hablado… predicciones que ella proporcionaba como subcontratada de NightStar.

Dejó el disco a un lado, más interesada en el tema del fantasma.

—?Es uno de los nuestros?

Si había algo en lo que Faith y su padre estaban de acuerdo era en que ambos querían liberar a su gente de un Silencio que constituía una falsedad; posiblemente Anthony fuera frío como los psi, pero también era el líder de una revolución silenciosa contra el Consejo.

—No hay forma de saberlo. Sin embargo, es evidente que este fantasma es parte de la superestructura del Consejo… él o ella tiene acceso a información clasificada, pero no ha actuado por encima de cierto nivel. Eso puede deberse a que este individuo no tiene un acceso mayor o a que…

—… a que se está cuidando mucho de no hacer nada que pueda centrar el objetivo de la investigación en averiguar su identidad —concluyó Faith.

—Buena estrategia —dijo por fin el jaguar que tenía a su lado mientras seguía acariciándole la nuca con el pulgar—. Al Consejo tiene que cabrearle que este rebelde esté filtrando información clasificada.

—Sí. —Anthony se volvió hacia Faith—. El fantasma estaba operativo mientras tú formabas aún parte de la Red. ?Recuerdas la explosión de los Laboratorios Exogénesis?

—?El lugar donde especulaban acerca de implantes que podrían reducir el porcentaje de deserciones? —Escupió la última palabra. Era el término que el Consejo empleaba para describir a aquellos que se negaban a doblegarse al régimen carente de emociones impuesto por el protocolo del Silencio—. Quieren introducirse en cerebros en período de desarrollo e iniciar el Silencio a un nivel orgánico.

Anthony no reaccionó a la manifiesta emotividad de su hija.

—El atentado de Exogéncsis acabó con la vida de dos prominentes científicos del equipo que trabajaba en el implante y destruyó meses de trabajo.

—A tu fantasma no le da miedo matar.

Faith no apreció la menor censura en la voz de Vaughn; su gato había matado para proteger al inocente. Y los ni?os, las principales víctimas del implante en caso de que el procedimiento se llevara a la práctica, eran las criaturas más inocentes de todas.





7


Eso parece. La explosión fue investigada tanto por la policía como por el Consejo, pero sin el apoyo activo de la mayoría de la población.

—?Por qué? —preguntó Vaughn. Su calor corporal resultaba tan seductor que Faith se acercó aún más a él, posando la mano sobre su duro y musculoso muslo—. ?Acaso el implante no hará que los psi sean más eficientes si cabe?

Anthony asintió.

—En cierto modo. Pero los disidentes arguyen que a pesar de que el Implante P aseguraría la conformidad universal mediante el Silencio, tendría el inevitable efecto secundario de conectar nuestras mentes como una sola. No del modo en que lo hace la PsiNet, sino a un nivel biológico.

?El Implante P.?

Que tuviera ya un nombre oficial era mala se?al.

—Están hablando de una verdadera mente colectiva. —Faith no fue capaz de reprimir la repulsión que te?ía sus palabras.

—Sí. Y eso no es algo que atraiga a quienes preferimos dirigir nuestras empresas sin intromisiones. Eso sería imposible si toda la raza comienza a actuar como un único ente. —Cogió su agenda, el delgado tablet omnipresente entre los psi—. A juzgar por la pauta de los ataques, parece que el fantasma comparte nuestros objetivos, pero sin saber su identidad no podemos coordinar nuestros esfuerzos.

Vaughn se inclinó hacia delante.

—Cuanta más gente sepa su nombre, más probabilidades hay de que le descubran. Sugiero que dejemos que el fantasma haga su trabajo y capeemos las turbulencias que genere.

—Coincido contigo —declaró dando carpetazo al asunto. Luego Anthony consultó algo en su agenda—. BlueZ lleva esperando un mes su última predicción. ?Puedes darle prioridad en tu lista?

Faith echó mano de su propia agenda electrónica.

—Puedo intentarlo. —Aún no había dado con el secreto para provocar sus visiones siguiendo un orden. Comenzaba a pensar que eso era lo único sobre lo que el Consejo no había mentido: tal vez no había forma de explotar su don hasta ese punto.

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