La noche del cazador (Psy-Changeling #1)(50)
Sascha hizo ademán de levantarse, pero él fue más rápido. La atrapó con su cuerpo, rodeándola con las piernas y los brazos.
—?Adónde vas?
—Estás dejando que te controlen las emociones. Quizá deberíamos continuar con esto cuando estés más calmado.
Sus palabras parecían las correctas, parecían algo propio de un psi, pero Lucas podía percibir un temblor casi mudo, algo que nadie salvo un cambiante podría haber detectado… un cambiante que había sido marcado como cazador al nacer. El remordimiento hizo retroceder la ira de la bestia.
—Lo siento, gatita. Ha estado fuera de lugar. —Introdujo la mano que tenía en su espalda entre los rizos y la posó sobre su nuca—. Estoy descargando mi ira contigo.
—Es comprensible. —Empujó el brazo que la sujetaba a él, pero no con la fuerza necesaria para hacerle pensar que se trataba de una protesta seria—. Represento a la raza a la que culpas de la muerte de una joven de tu clan y del sufrimiento de Dorian.
Lucas acarició la cálida piel de la nuca con el pulgar aferrándose a la suavidad de Sascha. La bestia entendía por qué ella era capaz de hacer eso por él, pero el hombre no estaba dispuesto a enfrentarse a la verdad.
—Los psi son culpables.
—Puede que el asesino sea psi, pero no tienes pruebas de que el Consejo esté involucrado. —Sus manos se asieron al antebrazo masculino.
La pantera gru?ó, pero el hombre era lo bastante listo como para no comentar aquel desliz y arriesgarse a provocar que ella se encerrase de nuevo en su concha.
—Es el único organismo con el poder de ocultar algo de tal gravedad. Tiene que estar al corriente.
—No —argüyó mirándole con aquellos hermosos ojos atormentados—. ?Qué razón podría tener para ocultar a un asesino?
—?En qué se basa el Consejo para controlar a tu gente? ?Qué es lo que no paran de repetirnos a cambiantes y humanos? —Empleó deliberadamente un tono de voz suave, pues no deseaba herirla de nuevo. Pero Sascha tenía que enfrentarse a los hechos. Y luego tenía que decidir de qué lado estaba.
—La no violencia —dijo sin demora—. No crímenes violentos entre los psi en comparación con las otras razas.
—Supuestamente. —Se movió hasta que ella quedó prácticamente acunada entre sus muslos—. Si la gente descubre que eso es mentira, se desmoronará toda vuestra estructura y el Consejo caerá.
—Mi madre es miembro del Consejo —susurró implorante.
Lucas casi lo había olvidado.
—Lo lamento, Sascha. Ella tiene que saberlo.
Sascha sacudió la cabeza y sus sedosos rizos se esparcieron por todas partes.
—No. Es poderosa y despiadada, cierto, pero no es malvada.
11
?Malvada.? Interesante elección de palabra para un psi.
—A Nikita le gusta el poder. Si el Consejo se hunde, adiós al poder. —Lucas levantó una mano y le acarició la mejilla con los nudillos—. Piénsalo.
—Necesito tiempo.
—No tienes mucho. Normalmente las retiene siete días antes de matarlas.
—Siete días de tortura.
—Sí.
Se hizo el silencio entre los dos. Incluso los ruidos del bosque habían cesado.
Parecía que el mundo entero estuviera conteniendo la respiración. Lucas continuó acariciándole la nuca, la mejilla, el mentón. Su piel era tan tentadora como la cálida seda.
—No tienes privilegios de piel —repuso Sascha tras lo que pareció una eternidad.
—?Y si te dijera que quiero tenerlos?
No dejó de tocarla, de tranquilizarla tal y como haría con una mujer cambiante a la que le había exigido demasiado en muy poco tiempo. Se había arriesgado a contárselo todo, pero había sido algo que debía hacerse. Sascha era la única posibilidad que tenían.
—Es inútil tener esos privilegios con un psi. No podemos corresponder a ellos. —Su voz sonaba derrotada.
A Lucas no le gustaba verla así, herida y dolida. La culpa le atenazaba el corazón.
No debería desgarrarle por dentro haber sido él quien le hiciera aquello. Todo lo hacía por el bien de su clan. Era parte del precio de ser un alfa. Por primera vez le molestó pagar ese precio, tener que herir a aquella mujer.
Se acercó un par de centímetros más, habiendo decidido dejar que la sensualidad de la pantera saliera a jugar para compensarla. Había hablado sobre oscuridad y muerte, terror y maldad. Pero tanto él como ella eran más que eso. Si quería sacarla de la armadura psi que llevaba como una segunda piel, tendría que tentarla mostrándole el rostro más hermoso de las emociones en lugar de apabullarla con su fealdad.
—?Tenía razón Dorian?
Sascha volvió finalmente la cabeza para mirarle a la cara.
—?Sobre qué?
—Dijo que acostarse con un psi era como hacerlo con un bloque de hormigón.
—No puedo saberlo —respondió Sascha irguiendo los hombros.
Nalini Singh's Books
- Night Shift (Kate Daniels #6.5)
- Archangel's Blade (Guild Hunter #4)
- Nalini Singh
- Archangel's Consort (Guild Hunter #3)
- Tangle of Need (Psy-Changeling #11)
- Archangel's Shadows (Guild Hunter #7)
- La noche del jaguar (Psy-Changeling #2)
- Caricias de hielo (Psy-Changeling #3)
- Archangel's Kiss (Guild Hunter #2)
- Angels' Flight