Ciudades de humo (Fuego #1)(136)
—Suena fascinante.
—Mi peor recuerdo del instituto —aseguró—. Pero, al final, resultó ser simpática. Fuimos amigos por un tiempo.
—?Y qué pasó?
—Me enteré de que le gustaba y le dije que era mejor que nos diésemos un poco de espacio. Estaba claro que ella necesitaba ese distanciamiento para que se le pasara lo que sentía. Si no, habría sido peor.
A Alice le gustaba que le contara y compartiera con ella historias de antes de la guerra, así que lo siguió alegremente hacia la salida del almacén. Mientras él buscaba las llaves en sus bolsillos, no pudo evitar continuar preguntando.
—?Y no te gustó ninguna chica en el instituto?
—Gustar... —él lo pensó un momento—. Alguna hubo, pero nunca llegué a nada demasiado serio con ellas. Uno de los dos siempre terminaba aburriéndose del otro.
—Y ?cómo sabías que te gustaban?
—Me atraían... La mayoría por su físico, la verdad. Era muy superficial —admitió, cerrando el almacén con candado.
—?Y no hubo ninguna que te llamara la atención por su personalidad?
—Alice, yo no era tan abierto como para que me demostraran su personalidad.
—Ah.
Ella se quedó otro momento en silencio, reflexionando sobre la pregunta que realmente quería hacer.
—?Y yo te gusto? —soltó, finalmente.
él sonrió un poco, como si hubiera estado esperando que lo preguntara.
—Si no me gustaras no estaría aquí, hablando contigo.
—Te gusta mi físico —dijo ella.
—Y tu personalidad —aseguró él.
—?Eso significa que... puedo besarte??Cuando quiera?
—?Qué? —él se detuvo, divertido y sorprendido a la vez.
—Nunca he tenido una relación con nadie. Es mi primera vez. Necesito saber qué pautas seguir.
—No hay... pautas —aclaró Rhett—. Haz lo que sientas.
—Entonces... —Muy despacio, Alice empezó a acercarse a él.
—?ALIIICE! —exclamó Jake, apareciendo de golpe tras ellos. Su sonrisa se borró al verla cubierta de rayas de tinta negra—. Pero ?qué te ha pasado?
—Entrenamiento. —Ella dirigió una mirada significativa a Rhett—. ?Qué ocurre?
—Tengo un problema —él se rascó la nuca.
—?Cuál?
Jake miró a Rhett un momento, frunciendo el ce?o.
—Si quieres me voy, pero me lo contará Alice más tarde. —él se encogió de hombros, centrado en sus cosas.
—Da igual —Jake se acercó a ella—. Tengo un problema.
—Eso ya lo has dicho, Jake, ?qué pasa?
él pensó un momento.
—?Y si Riley me pide que la bese?
—No te preocupes por eso —murmuró Rhett, recibiendo un pisotón disimulado de Alice.
—Bésala —le dijo ella—. ?No te apetece?
—Sí, claro que me apetece, es que...
—?Qué?
—Verás... mmm...
—Jake...
—Es que...
—?Jake! —insistió Alice impaciente.
—Yo...
—No ha besado nunca a nadie —intervino Rhett.
Jake se puso rojo como un tomate, confirmándolo.
—El primer beso siempre es horrible —siguió Rhett, como si nada—. No tengas muchas expectativas y suplica para que ella tampoco las tenga. Listo.
—?Qué clase de consejo es ese? —Alice lo miró indignada.
—Es la verdad.
—?Nuestro primer beso también fue horrible? ?Eso crees?
—Entonces... ?os habéis besado de verdad! —Jake se aclaró la garganta, incómodo.
—No he dicho eso. —Rhett se dirigió a Alice.
—?Has dicho que siempre son horribles!
—?Era una forma de hablar!
—?Pero lo has dicho!
—?Pues mira, sí, todavía tengo una cicatriz en el labio!
—Esta conversación está tomando un rumbo inesperado —murmuró Jake, enrojeciendo.
Rhett lo miró.
—Bueno, y ?qué quieres? ?Que te ense?emos o qué?
—?No! —Jake se puso todavía más rojo—. Quiero que..., no sé..., estéis cerca..., por si acaso.
—No te perderé de vista, lo prometo —le aseguró Alice.
—Yo estaré emborrachándome en la barra de la cafetería. También puedo prometértelo.
—Si ella... —Jake seguía mirándola, preocupado.
—Estaré ahí, apoyándote —repitió Alice—. No te preocupes más, Jake. Si estás tranquilo todo saldrá bien.
—Habla la experta —se burló Rhett.
—?Cuántos primeros besos has dado tú? —le soltó ella enfadada.
—?Yo? Ninguno. Ni siquiera sé qué es eso.