Ciudades de humo (Fuego #1)(153)


—?Ah, sí? —preguntó, fingiendo ignorar de qué hablaba sin saber muy bien por qué.

—Sí. —Rhett la miró con una ceja enarcada.

—Pues... no recuerdo sobre qué era.

—Claro —murmuró él, pero no parecía muy convencido.

Alice se incorporó y vio que él había puesto de nuevo el iPod en la mesilla de noche. Debió de quitárselo mientras dormía. Se puso lentamente de pie y miró a Rhett, que se estaba atando los cordones de las botas. Por el pelo húmedo, dedujo que se acababa de duchar. Se estiró, intentando olvidarse del estúpido sue?o.

—En media hora habrá una reunión en la sala grande con los que seguimos en la ciudad —murmuró él—. Tenemos que avisar a todos. Así que si quieres ducharte o lo que sea, ahora es un buen momento.

—Um... Sí, claro.

Rhett se puso de pie y ella se mordisqueó el labio inferior.

—?Qué crees que pasará ahora?

él la miró con el ce?o fruncido.

—?A qué te refieres?

—Con Deane. Por lo que veo, prácticamente se está coronando como sustituta de Max.

Rhett se acercó a ella y volvió a sentarse en la cama. Se quedó pensativo durante unos segundos.

—No será tan estúpida.

—?Se te olvida que hablamos de Deane? —Alice enarcó una ceja.

él volvió a quedarse callado unos segundos.

—Creo que ni ella es tan estúpida. —Miró a Alice—. Aunque... es la última persona en la que confiaría en esta ciudad.

—Y ?qué vamos a hacer?

—No te preocupes por ella. Sigo siendo guardián. Si quiere hacer algo, tiene que consultarlo primero con el consejo.

—Pero...

—Alice, no dejaré que se acerque a ti.

—No estoy preocupada por mí —replicó ella, soltando por fin lo que había estado pensando—. ?No te parece un poco sospechoso que ella sobreviviera, al igual que todos sus alumnos?

—Alice... —empezó a advertir.

—?Es verdad! Pareció que sabían exactamente cuándo tenían que aparecer para ser los héroes de la noche y...

—Escucha, quienes atacaron fueron los de Ciudad Capital. Sé que Deane no te cae bien, pero eso no quiere decir que...

—?Sus alumnos son los únicos que no han sufrido bajas! ?Es que no te parece raro?

Esta vez, él se quedó callado, mirándola con expresión pensativa.

—La verdad es que no lo había pensado hasta ahora —murmuró finalmente.

—Sé que lo que digo es grave, pero Deane parecía estar esperando que Max despareciera para controlar la ciudad.

Sin embargo, él seguía sin parecer del todo convencido.

—Tiene sentido, sí, pero...

—Espera, déjame terminar. —Ella respiró hondo—. Si realmente quería ostentar el control, solo tenía que quitarse a Max de en medio sin levantar sospechas. Mandar a los de Ciudad Capital es el plan perfecto. ?Y más si ella es quien nos salva! Ahora todos la adoran por ser la maldita heroína de la noche. Y si lo que te estoy diciendo tiene sentido, si realmente quiere hacerse con el control de la ciudad, ahora mismo tú y Tina sois su único obstáculo.

Rhett sonrió, burlón.

—?Crees que va a intentar matarme o algo así?

—Rhett, lo digo en serio.

—Deane está loca, Alice, pero no tanto.

—?Estás seguro? —Cuando él intentó levantarse, lo retuvo por el brazo—. ?Estás completa y absolutamente seguro de que sería incapaz de tener nada que ver con lo que pasó ayer?

—Bueno, no exactamente, pero...

—Rhett —ella lo interrumpió—, estoy hablando muy en serio. Ten cuidado, por favor.

—Oye, no necesitas preocuparte por mi seguridad, sé cuidar perfectamente de mí mismo —aseguró—. Pero, si te quedas más tranquila, tendré un plan B. De hecho, hace tiempo que pienso en ello.

—?Cuál?

—?No te has cansado de vivir aquí? —Rhett se inclinó hacia ella—. Conozco una ciudad no muy lejos que...

Se escuchó un silbido proveniente del exterior de la habitación. Ambos se acercaron a la ventana para asomarse a ella y vieron que los alumnos de Deane estaban dando el aviso de que en media hora habría una reunión.

—Tengo que irme —murmuró Rhett, siguiéndolos con la mirada—. Supongo que querrán que los guardianes hablemos antes de empezar.

—Nos vemos después —susurró Alice, más apenada de lo que pretendía sonar.

Rhett estaba a punto de salir, pero suspiró, volvió atrás, la sujetó de la nuca y le dio un beso corto en los labios.

—Estaré bien. Te lo prometo.

Dicho esto, se marchó y ella hundió la cara en sus manos.



*



Como Rhett era guardián, ocupó su puesto en la mesa alta, mientras que ella se quedó entre el público, sentada entre Jake y Trisha. Habían llegado muy temprano, así que habían conseguido sitio en primera fila.

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