La noche del cazador (Psy-Changeling #1)(67)
—?Por qué? —Todavía estaba furiosa por el desprecio del que había hecho objeto a la joven. Le recordaba demasiado a lo que su gente le había hecho a ella: no era lo bastante buena para ser un cardinal, no lo bastante poderosa, nadie digno de tener en consideración—. ?No se supone que sois una familia?
—Las familias tienen su jerarquía. —La tomó entre sus brazos con tal celeridad que no pudo escapar. Sascha se quedó inmóvil preguntándose si era un buen momento para demostrarle que conocía unos cuantos trucos que él ignoraba—. La seguridad de toda la familia depende de que se respete dicha jerarquía.
Las palabras de Lucas le hicieron pensar.
—Si me cuestiona y dejo que se vaya como si nada hubiera pasado, podría no hacer lo que se le pide cuando sea necesario. —El corazón de Lucas latía fuerte y poderoso contra su mejilla, otra se?al de su fortaleza física.
Parte de la ira que se traslucía en su voz desapareció.
—Sí. Hoy se marchó durante su turno de vigilancia. Eso podría haber significado la muerte de algunos de nosotros si hubiera habido alguien hostil ahí fuera. —Lucas apoyó la barbilla sobre su cabeza—. Los machos y las hembras que al alcanzar la edad adulta son lo bastante fuertes e independientes como para ser buenos soldados, son también los más difíciles de controlar. Si dejo que se salgan con la suya, el caos se impondría.
—Has sido muy duro.
Sascha sucumbió a la necesidad y rodeó la tibieza de su cuerpo con los brazos.
Por primera vez en su vida no tenía que preocuparse por ponerse en evidencia. Lucas lo sabía. Y lo más maravilloso de todo era que no creía que su imperfección fuera un defecto.
—He tratado a Rina con tacto en el pasado porque creí que lo contrario le perjudicaría. Pero es lo bastante mayor como para soportar la disciplina. Si no puede hacerlo, entonces no tiene madera de soldado y tendremos que destituirla de su rango.
Aquel alarde de pragmatismo la conmocionó.
—Imagino que no os diferenciáis tanto de los psi; solo los más fuertes sobreviven.
—No, querida Sascha. —Le acarició el cabello—. Somos muy diferentes.
El apelativo cari?oso le pareció otra caricia.
—?En qué?
—Nosotros no le damos la patada a los débiles —dijo—. No destruimos a aquellos que son diferentes. Es cierto que los soldados ostentan un alto rango, pero el de Tammy es mucho mayor, tanto como el de un centinela. En algunas circunstancias tiene el poder de dar las órdenes.
Sascha ignoraba aquello.
—?Centinelas?
—Mis segundos al mando.
—?Dorian, Nate… Clay? —aventuró.
El aura de poder que rodeaba a aquellos tres hombres los diferenciaba de los demás. Ni siquiera el sufrimiento de Dorian atenuaba su fuerza interior.
—Sí. Todavía no conoces a Vaughn ni a Mercy.
—?Hay otros rangos?
—Sí. Por ejemplo, ciertas madres también poseen un rango sumamente alto porque sin ellas los soldados no tendrían familia a la que proteger.
—Entiendo.
Si hubiera nacido parte de su raza tal vez no se hubiera visto abocada a la locura.
—Nuestras leyes pueden parecer duras, pero no son inhumanas. Valoramos a todo individuo. Nosotros aceptamos las diferencias.
Y eso era algo que los psi nunca harían.
15
Lucas vio a Sascha salir al patio. Estaba creando la máscara impávida propia de los psi mientras caminaba, y aunque a la bestia le enfurecía ver cómo le dejaba fuera, sabía que debía permitir que ella se protegiera de ese modo. Le dolía profundamente no poder mantenerla a salvo, pero también le llenaba de orgullo la fortaleza que habitaba en el frágil cuerpo de su pareja.
—?Rina? —le preguntó a Dorian, que se encontraba de pie en el porche.
—Estará bien.
—Hablaba en serio, Dorian. No te acuestes con ella. —Al igual que la gran mayoría de los leopardos hembra que había alcanzado recientemente la madurez, Rina era muy sexual. Su olor resultaba irresistible para los machos y no podía culpar a Barker por haber sucumbido—. En cuanto lo hagas intentará tenerte agarrado por las pelotas.
Dorian enarcó una ceja.
—Yo también hablaba en serio. Es demasiado joven y blanda para mí.
Lucas miró fijamente a su amigo.
—Sascha está preocupada por ti.
También él. Cada vez era más difícil llegar hasta Dorian a pesar de cómo había logrado recobrarse después de que se hubieran enterado del secuestro de Brenna.
—Sé cuidarme solito.
—Eres del clan… no tienes por qué enfrentarte solo a tu pérdida. Kylie también era uno de los nuestros.
La joven había sido igual que Rina: un poco salvaje, un poco rebelde y un verdadero encanto. Por eso Lucas había puesto a Rina bajo el mando del centinela.
Dorian podía ser un supervisor muy estricto, pero nunca le causaría ningún da?o.
—Necesito sentir su sangre corriendo por mis fauces.
Nalini Singh's Books
- Night Shift (Kate Daniels #6.5)
- Archangel's Blade (Guild Hunter #4)
- Nalini Singh
- Archangel's Consort (Guild Hunter #3)
- Tangle of Need (Psy-Changeling #11)
- Archangel's Shadows (Guild Hunter #7)
- La noche del jaguar (Psy-Changeling #2)
- Caricias de hielo (Psy-Changeling #3)
- Archangel's Kiss (Guild Hunter #2)
- Angels' Flight