El lado bueno de las cosas(48)



Al final, dejo a mamá llorando en el sofá, me cambio de ropa y salgo a correr. Una vez que estoy fuera veo que Tiffany me está esperando.





COMO SI éL FUERA YODA Y YO LUKE SKYWALKER ENTRENANDO EN EL SISTEMA DAGOBAH


Una vez que terminamos de hablar de nuestra victoria en el torneo de kubb y la habilidad extraordinaria de la se?ora Patel para pintar tan bien a Brian Dawkins en el autobús, elijo el asiento negro y le digo a Cliff que estoy un poco deprimido.

—?Qué sucede? —me pregunta mientras se levanta el reposapiés.

—Terrell Owens.

Cliff asiente, como si esperara que sacase el tema del receptor.

No había querido hablar de esto antes, pero se supo que el 26 de septiembre de 2006 trató de suicidarse. Nuevas noticias decían que Owens (o T.O.) había ingerido una sobredosis de una medicación prescrita por un doctor. Ese mismo día T.O. había abandonado el hospital y en una rueda de prensa había negado que hubiera tratado de suicidarse, lo que provocó mucha controversia en lo referente a su salud mental.

Yo recordaba que T.O. era el número 49, pero cuando vi el partido hace unas semanas contra el San Francisco no era el número 49. Me enteré por la sección de deportes de que T.O. jugaba en los Eagles cuando yo estaba en el lugar malo y que los llevó a la Super Bowl XXXIX, lo cual yo no recuerdo (aunque quizá sea mejor porque los Eagles perdieron y eso hace que me enfade). Aparentemente, T.O. pidió más dinero para la siguiente temporada, criticó públicamente al quarterback de los Eagles, Donovan McNabb, y luego lo apartaron del equipo a mitad de temporada para, al final, firmar por el equipo que los aficionados más odian, los Cowboys. Y por eso, todo el mundo en Filadelfia odia a T.O. más que a ninguna otra persona del mundo.

—No te preocupes por él —dice Cliff—. Dawkins le golpeará tan fuerte que Owens no se atreverá a hacer ninguna parada en el Linc.

—No estoy preocupado por que haga paradas y marque touchdowns.

Cliff me mira durante un instante como si no me comprendiera y luego dice:

—Dime lo que te preocupa.

—Mi padre dice que T.O. es un psicópata de las pastillas. Jake también me gastó bromas por teléfono sobre lo de las pastillas y llamó a Owens chalado.

—?Por qué te molesta eso?

—Bueno, por lo que leí en la sección de deporte decían que T.O. podría estar pasando una depresión.

—Sí.

—Bueno —digo—, quizá necesite terapia.

—?Y?

—Si Terrell Owens realmente está deprimido o mentalmente inestable, ?por qué la gente a la que quiero lo utiliza como excusa para criticarlo?

Cliff respira hondo.

—Ya.

—?Es que mi padre no entiende que yo también soy un psicópata de las pastillas?

—Como terapeuta te confirmo que tú no eres psicópata, Pat.

—Pero tomo todo tipo de pastillas.

—Y, aun así, no abusas de tu medicación.

Entiendo lo que Cliff quiere decir, pero él no puede entender cómo me siento (es una mezcla muy complicada de sentimientos y emociones), así que dejo el tema.

Cuando los Dallas Cowboys llegan a Filadelfia, los hombres gordos y la Invasión Asiática se unen para organizar una superfiesta que incluye campeonatos de kubb sobre césped artificial, televisión por satélite, comida india y mucha cerveza. Pero yo no puedo concentrarme en la diversión porque todo lo que me rodea es odio.

De lo primero que me percato es de que hay muchas camisetas nuevas y la gente que está allí las está comprando. Hay diferentes eslóganes e imágenes. Una tiene el dibujo de un ni?o haciendo pis sobre una estrella de Dallas y el eslogan dice: ?Dallas apesta. T.O. toma pastillas?. En otra camiseta aparece la prescripción de un medicamento con la típica calavera y los huesos a los lados y debajo está escrito: ?Terrel Owens?. Otra versión muestra un bote de pastillas en la parte de delante y una pistola en la parte de detrás, y pone: ?T.O., si a la primera no lo consigues, cómprate una pistola?. Otra persona ha hecho una cruz con un montón de camisetas viejas de Owens de cuando jugaba en los Eagles y la ha cubierto con botes de pastillas naranjas que se parecen mucho a los míos. Hay gente quemando sus viejas camisetas en el aparcamiento y también hay mu?ecos gigantes que representan a T.O. y la gente los golpea con bates. Aunque no me gustan los Dallas Cowboys, me siento mal por Terrell Owens, ya que es un tipo triste que tiene problemas mentales. Quién sabe si trató realmente de suicidarse. Aun así, todo el mundo se burla de él, como si su salud mental fuera una broma (o quizá quieran empujarlo al abismo porque nada les gustaría más que ver a T.O. muerto).

Como estoy lanzando mal, Cliff y yo quedamos eliminados del torneo de kubb y pierdo los cinco pavos que mi hermano había puesto por mí. En ese momento, Cliff me pide que le ayude a sacar cerveza India Pole Ale del autobús de la Invasión Asiática. Cuando estamos dentro del autobús me pregunta:

—?Qué te pasa?

—Nada —respondo.

—Ni siquiera estabas mirando a ver dónde caían los bastones; has estado muy distraído durante los partidos.

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