Save Us (Maxton Hall #3 )(73)
?Habrá algo en absoluto?
Niego con la cabeza el movimiento.
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—Mejor no preguntes. Según Lydia, Ofelia, está completamente loca.
Compra cualquier cosa que caiga en sus manos, siempre que sea de colores. Lydia dice que ese es el tema.
—?Colores? —Lin me empuja sospechosamente. —No es un motivo.
—Lo sé.— Sacudo los hombros. —Pero creo que Ofelia no.
—Bien, bueno, entonces tenemos que hacer algo...— Lin está a mitad de su frase. Cuando de repente se detiene. La miro con asombro, y luego también yo.
Y contengo la respiración.
Cyril está de pie frente a nuestra habitación.
Se ve mejor que la semana pasada. No parece que haya venido a la escuela directamente de una fiesta loca. Uniforme planchado, corbata perfectamente atada, cabello cuidadosamente peinado. Está afeitado, y
las sombras bajo sus ojos no son tan terriblemente oscuras. Se ve casi como antes.
—?Lin?— Susurro, pero mi amiga sigue en trance.
Apenas traga su saliva, se endereza, y un segundo después habla como si nada hubiera pasado.
—Tenemos que llegar a algo.— Ella termina la frase anterior. —No tengo planes para hoy. ?Quizás hagamos esas tarjetas hoy?
Parpadeo rápido, estoy fuera de lugar, pero asiento. —Por supuesto.
—Oh, genial. —Tienes que conocerla bien para ver lo tensa que está, lo falsa que es su postura. —Así que está todo listo.
Estamos llegando a la puerta. Cyril se separa de la pared y se endereza. Lin se detiene frente a él. Se miran el uno al otro por un momento sin decir una palabra.
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Entro en la sala de reuniones en silencio.
No le pregunto a Lin por qué Cyril la estaba esperando. Camille y Doug vienen con Kieran justo después de mí, dos minutos después Jessalyn y James se dejan caer. Después de la reunión Lin nos lleva a casa en su coche y aunque me muero de curiosidad, no quiero preguntarle delante de James.
Ahora James ha ido a conocer a una mujer interesada en comprar su parte de Beaufort, y yo, Lin y Ember estamos sentadas en el suelo de mi habitación y cortando las historietas de cartón. Escribiremos el sexo de los ni?os y sus posibles dimensiones en ellos. Siento que si no se lo pregunto a Lin de inmediato, me desmoronaré.
—?Qué quería Cyril?— Estoy hablando tan enérgicamente que Lin está rojiza. Ember levanta la cabeza. Por un momento dirige la mirada entre nosotras, pero inmediatamente nota que los brazos de Lin están
tensos. Sin decir una palabra, coge otro trozo de cartón y pinta los cómicos con un lápiz blanco.
Lin mira fijamente la plantilla recortada. —Quería disculparse conmigo.— Levanto las cejas.
—?Y qué?
Se encoge de hombros. —Eso es todo.
Dejo el marcador.
—?Pero cómo fue? ?Fue... sensible?— No es una palabra que asocie con Cyril, pero siento que hay más en el silencio de Lin.
—No lo sé. Fue... extra?o.
—?En qué sentido?— Pregunto con cuidado.
—Dijo que nos encontraríamos el fin de semana en el baby shower de todas formas, y no quería que nada se confundiera entre nosotros.
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Incluso me preguntó si prefería no ir allí.
A juzgar por la voz de Lin, es la propuesta más extra?a que ha hecho Cyril. —También se disculpó conmigo. Supongo que está pasando por una profunda transformación,— digo. —James cree que lamenta de verdad todos esos errores.
—Creo que está buscando una excusa para no estar en esta fiesta, — comenta Ember, sin levantar la cabeza.
Parpadeo sorprendida. —?Cómo es eso?
Ember encoge los hombros indiferentemente. —Lin dice que era extra?o. Ciertamente no quiere mirar a la chica que ama en compa?ía de su amado.
—?Eso crees?— No estoy del todo convencida.
Suena muy deprimente en la boca de Ember. Mi hermana suele tener un enfoque más optimista de la vida y encuentra el bien en todos mientras yo lo descompongo todo.
Pero hace tiempo que sospecho que algo anda mal con ella. Está obsesionada con el blog, casi nunca sale de la habitación, y cuando le pregunto si todo está bien, inmediatamente cambia de tema. Hasta hace poco me preguntaba con quién pasa tanto tiempo, ahora me pregunto por qué ya no lo hace.
Y por qué sigue pensando que no puede hablar conmigo.
—En mi opinión, Cyril ha llegado al fondo donde está empezando a rebotar. Después de lo que me dijiste, creo que el hecho de que te haya preguntado es una se?al de respeto.— Estoy tratando de tranquilizar a Lin. —Estoy segura de que no fue fácil para él. Bueno, ?quieres que no 266
esté allí?
Lin definitivamente niega eso.
—No, eso sería infantil. Ambos vamos a Oxford y nos veremos allí a veces. No voy a decirle que vaya por ahí.
—En realidad, podrías. Teóricamente hablando.
Se pone el pelo detrás de la oreja y vuelve a coger las tijeras.