Ciudades de humo (Fuego #1)(113)



?Sí! ?Lo que habían acordado! Contuvo la respiración cuando vio al otro retroceder, pero todo el aire de su cuerpo se evaporó cuando vio que este, en el último momento, conseguía esquivarlo.

Ay, no.

Kenneth, enfadado por los comentarios despectivos que le dirigía Deane, lanzó un pu?etazo a la cara de Jake que este solo fue capaz de parar con un brazo, pero que le hizo caerse al suelo.

Ni siquiera se había dado cuenta de que se había movido, pero se obligó a sentarse cuando Rhett le puso una mano en el hombro y la devolvió a su lugar, también mirando el combate de reojo.

Alice, pálida, optó por agarrarse al brazo de Rhett, que apretaba fuertemente. Jake estaba en el suelo, respiraba agitadamente y se frotaba el brazo. Kenneth se acercó a él e intentó darle una patada en las piernas, pero el muchacho consiguió retroceder, poniéndose de pie justo a tiempo para alejarse de otro pu?etazo.

—Vamos, Jake... —murmuró Rhett.

Max parecía estar tan pendiente de la pelea como ellos. Alice tenía la sospecha de que también le tenía algo de cari?o al chico, y quizá por eso frunció el ce?o cuando vio que Kenneth le acertaba un golpe en el estómago, que lo lanzó al suelo y lo arrastró un metro hacia atrás.

Alice se tapó la boca con una mano, a punto de saltar al campo y matar a Kenneth, pero no hizo falta. Max había levantado la mano, enfadado, para parar el combate.

—Se acabó —dijo, apuntando algo.

—?Qué? —Deane lo miró—. No han terminado, Max.

—He dicho que se ha acabado.

—Pero...

—No es ningún logro golpear a alguien más peque?o que tú —a?adió, clavando una mirada bastante severa sobre ella—. Y no veo por qué tendríamos que seguir alargando esto. El chico ha demostrado que sabe esquivar. A mí me vale. Si no quiere meterse en una especialidad de lucha, ha superado la prueba.

Deane parecía furiosa.

—?A mí no me vale, Max! ?No han terminado!

él levantó la cabeza para mirarla y pareció que la repentina furia de la instructora desaparecía para convertirse en temor.

Era la primera vez que Alice la veía nerviosa. Toda una novedad.

—Es decir... —empezó Deane inquieta.

—He dicho que la pelea ha terminado —repitió Max lentamente—. Pon tu nota y sigamos. No lo repetiré.

Deane apretó los labios y se volvió hacia el ring de nuevo, enfadada.

—Muy bien. —Miró a Jake como si tuviera la culpa de todo. él seguía tosiendo—. Suspendido.

A él no pareció importarle. Se marchó de ahí con la cabeza gacha. Alice se sintió mucho más aliviada cuando vio que se sentaba en las gradas con Dean y Saud, que intentaron animarlo un poco.

—No lo ha hecho tan mal —le aseguró Rhett en voz baja.

—Deane es... es...

—Sé lo que es, no hace falta que lo digas.

Alice soltó un suspiro frustrado y se centró en Trisha. Ella había bordado su primera prueba y ahora también había pasado la de armas. Rhett le hizo un gesto para que fuera a la de lucha. Lo hizo con una peque?a sonrisa malvada, estirando el cuello mientras se detenía en medio del círculo sin estar demasiado nerviosa.

—Esto es lo que te dije que sería divertido —murmuró Rhett.

—?El qué?

—Trisha estaba en mi lista —le sonrió—. Yo elegí a quién se enfrentaría.

Alice no entendió nada hasta que vio que Kenneth volvía al círculo con mucha menos confianza que la última vez que lo había pisado.

Oh.

Ooooooh.

Eso sí que iba a ser divertido.

—Cuando queráis —les dijo Max.

Alice sonrió al ver que los dos adoptaban posiciones defensivas y se inclinó hacia Rhett.

—?Está mal que quiera ver cómo le da una paliza?

—No. Todo el mundo quiere verlo.

Alice se mordió el labio inferior para ocultar su sonrisa, mirándolos.

Kenneth era bueno, pero Trisha era rápida. Esquivó el primer pu?etazo y en el segundo consiguió enganchar la mu?eca de su oponente con el brazo y darle un pu?etazo en el estómago que lo dejó sin aire durante un momento. Se le daba muy buen esquivar. Alice estaba casi segura de que no le había dado ni una sola vez. Lo hacía como si hubiera nacido para ello, agachándose y bloqueando golpes como si no resultara difícil.

Y entonces fue cuando Alice se dio cuenta de que Trisha jamás se había mostrado así de agresiva con ella. Ni siquiera cuando no se conocían y les tocó pelear juntas. No había sido la mitad de lo buena que habría podido ser solo por ella.

De pronto, se sintió mal por haberla juzgado tan rápido y tan mal.

De todas formas, Alice no pudo evitar sonreír orgullosa cuando Trisha se agachó, esquivando un pu?etazo, y consiguió tumbar a Kenneth de una patada en la rodilla. Para su sorpresa, ella se quedó de pie a su lado, mirándolo con una sonrisa.

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