El lado bueno de las cosas(15)
Se hace el silencio.
—Recuerdas el vídeo de la boda, ?verdad?
Aun así no dice nada.
—?Está en la caja de cartón en la salita con el resto de los vídeos familiares?
A través de la puerta puedo oír que ella y mi padre susurran. Luego mi madre dice:
—Cari?o, creo que te dimos vuestra copia del vídeo. Debe de estar en tu antigua casa. Lo siento.
—?Qué? No, está abajo en el armario de la salita. No importa. Yo la encontraré. Buenas noches —digo, pero cuando llego al armario y busco en la caja de los vídeos descubro que no está ahí. Me doy la vuelta y me doy cuenta de que mi madre me ha seguido hasta la salita. Está en camisón. Se está mordiendo las u?as—. ?Dónde está?
—Os lo dimos…
—?No me mientas!
—Pues no se dónde podemos haberlo guardado, pero aparecerá antes o después.
—?No lo sabes? ?Es irreemplazable! —Sé que solamente es un vídeo, pero no puedo evitar estar enfadado y me percato de que ese es uno de mis problemas—. ?Cómo puedes olvidar dónde está cuando sabes lo importante que es para mí? ?Cómo?
—Cálmate, Pat —dice mi madre levantando las manos y dando un cuidadoso paso hacia mí como si estuviera tratando de calmar a un cachorrito—. Relájate, Pat, relájate.
Pero yo no puedo evitar sentirme más y más enfadado, así que antes de decir o hacer alguna tontería me recuerdo lo cerca que estoy de volver al lugar malo, el lugar en el que Nikki nunca me encontrará. Cabreado, paso por donde está mi madre y me encamino hacia el sótano, donde empiezo a ejercitarme con el Stomach Master 6000. Cuando termino aún estoy enfadado, así que hago cuarenta y cinco minutos en la bicicleta estática y luego bebo agua hasta estar lo suficientemente hidratado para hacer quinientas flexiones. Cuando parece que mis pectorales están rellenos de lava es cuando me siento lo bastante calmado para irme a dormir.
Cuando subo, todo está silencioso y no se ve luz por debajo de la puerta del dormitorio de mis padres, así que cojo la foto de Nikki y subo a la buhardilla. Apago el ventilador y me meto en el saco de dormir. Coloco la foto de Nikki junto a mí, le doy un beso de buenas noches y me dispongo a sudar y perder peso.
No he dormido en la buhardilla desde la última vez que Stevie Wonder me visitó. Tengo miedo de que regrese, pero también me siento gordo. Cierro los ojos, tarareo una nota y cuento hasta diez en silencio una y otra vez. A la ma?ana siguiente me despierto indemne.
FALLAR COMO HIZO DIMMESDALE
Es posible que simplemente los puritanos fueran más tontos que la gente de nuestros días, pero no puedo creer que a esos habitantes de Boston del siglo XVII les costase tanto darse cuenta de que su líder espiritual dejó embarazada a la fresca del pueblo. Yo resolví el misterio en el capítulo en el que Hester le dice a Dimmesdale:
—Habla tú por mí.
Sé que debería haber leído La letra escarlata en el instituto, quizá si hubiera sabido que había tanto sexo y espionaje lo habría leído con dieciséis a?os. Dios, me muero de ganas de preguntarle a Nikki si le da bombo al asunto del sexo en su clase; si lo hiciera, seguro que los adolescentes leerían el libro.
No me cayó muy bien Dimmesdale, pues tenía a una mujer estupenda y se negó una vida con ella. Ahora comprendo que no hubiera sido fácil para él explicar cómo había dejado embarazada a la joven mujer de otro hombre, especialmente porque él era un hombre de la Iglesia. Pero si hay un tema que trata Hawthorne es el de que el tiempo cura todas las heridas. Dimmesdale lo aprende, pero demasiado tarde. Además, pienso que Dios habría querido que Pearl tuviese un padre y que quizá considere la indiferencia de Dimmesdale hacia su hija un pecado mayor que tener sexo con la mujer de otro hombre.
En cierto modo simpatizo bastante con Chillingworth. Quiero decir, manda a su joven esposa al Nuevo Mundo tratando de darle una vida mejor y ella termina embarazada de otro hombre. Aunque él era viejo y antipático y no tenía sentido que se casase con una chica tan joven. Cuando empieza a torturar psicológicamente a Dimmesdale y le da todas esas hierbas y raíces extra?as me recordaba al doctor Timbers y a sus empleados. En ese momento me di cuenta de que Chillingworth nunca iba a tratar de ser bueno, y entonces dejé de tener esperanzas en él.
Pero Hester me encantó porque creía en los rayos de esperanza. Incuso cuando los horribles hombres barbudos y las mujeres gordas estaban en su contra, ella se mantuvo fiel a sus principios y cosía y ayudaba a la gente cuando podía, y trató de criar lo mejor posible a su hija (a pesar de que Pearl demostró ser una ni?a algo demoníaca).
Aunque Hester no consiguió estar con Dimmesdale (lo cual para mí es un fallo), sentí que había tenido una vida plena: consiguió ver cómo su hija crecía y tenía un buen matrimonio, lo cual en cierto modo es bonito.
Pero me doy cuenta de que nadie apreció a Hester por lo que realmente era hasta que fue demasiado tarde. Cuando más ayuda necesitaba la abandonaron, y solo empezaron a apreciarla cuando ofreció su ayuda a los demás. Esto sugiere que es importante apreciar a las buenas mujeres antes de que sea demasiado tarde, y ese es un buen mensaje para los alumnos. Ojalá mi profesora del instituto me hubiera ense?ado esa lección, pues seguro que habría tratado a Nikki de manera diferente cuando nos casamos. Pero también puede que sea el tipo de cosas que hay que aprender a lo largo de nuestra vida, fallando como hizo Dimmesdale o como hice yo.