Puro (Pure #1)(65)
—Aun así…
—Supongo que es raro.
—Perdiz se sienta en uno de los sillones y se revuelve en el asiento. ?Bradwell lo ha dicho para fastidiarla?—. La verdad es que yo tampoco sé qué es raro y qué es normal.
—?Dónde está tu hermano?
—Murió. —Perdiz lo dice aprisa, como si eso aligerase el dolor que siente en el pecho.
Bradwell hace una pausa.
—Lo siento. —Suena como una disculpa por muchas cosas; de hecho, por creer que la vida del otro chico ha sido un camino de rosas.
Aunque podría, Perdiz no se lo echa en cara sino que se limita a decir:
—No pasa nada.
—?Cómo murió?
Perdiz mira a su alrededor sin mover la cabeza. Los ojos recorren las paredes metálicas, los ganchos con animales, el baúl.
—Se suicidó.
—?En la Cúpula? —Bradwell no da crédito—. ?Cómo puede suicidarse alguien que tiene la suerte de vivir en la Cúpula?
—No es tan extra?o. Y no está marcado con un fuerte estigma como antiguamente. Con los pocos que mueren por enfermedad y la teoría de los recursos limitados, aunque suene horrible, no se considera egoísta. En algunos casos es incluso generoso.
—?La teoría de los recursos limitados? Planearon el apocalipsis porque querían que la tierra sobreviviese, que se regenerase, de modo que, parac uando se les terminen los ?recursos limitados?, esté todo listo para volver a usar el mundo. Es un plan magnífico.
—?Crees eso de veras? —le pregunta Perdiz.
—Es lo que yo sé.
—Pues yo lo que sé es que mi hermano era una buena persona y la gente lo admiraba. Era de ley, mejor que yo, mejor persona. Hay cosas peores que suicidarse. Eso es lo que quiero decir.
—?Que hay cosas peores? ?Como qué?
—?A qué vienen todas esas preguntas? ?Acaso tenemos un plan?
Bradwell se saca un cuchillo peque?o del cinturón, pone el colgante del cisne encima del baúl y se arrodilla al lado.
—?Qué haces?
Levanta el mango del cuchillo y, con un movimiento rápido, lo estampa contra el colgante. El vientre del cisne se parte en dos.
Sin pensarlo siquiera Perdiz se abalanza sobre Bradwell y lo tira al suelo. Acto seguido le inmoviliza la mano del cuchillo, le agarra la otra mu?eca y la utiliza para aplicar presión sobre el cuello del otro chico.
—?Qué has hecho? —grita—. ?Era de mi madre! ?Tienes la más mínima idea de lo que significa para mí?
Bradwell tensa los músculos del cuello e intenta hablar:
—Me importa una mierda lo que signifique.
Perdiz empuja y luego suelta a Bradwell, que se incorpora y se frota el cuello. El puro coge las dos partes del cisne. El cuello, el ojo de piedra y el agujero del que pende el colgante siguen intactos. Lo único que está partido es el vientre, que ha dejado al descubierto un interior vacío. Perdiz examina con atención ambas mitades.
—No es un simple colgante, ?verdad? —dice Bradwell, que tiene la espalda apoyada en la pared metálica—. Está hueco por dentro. ?Me equivoco?
—?Por qué has hecho eso?
—Era mi obligación. ?Pone algo dentro?
Perdiz levanta el colgante y ve unos signos extranjeros que no sabe leer.
—No lo sé. Hay una inscripción pero no entiendo qué pone. Está en otro idioma.
Bradwell alarga la mano y pregunta:
—?Puedo verlo?
A rega?adientes, Perdiz pone las dos partes en la palma de Bradwell, que las estudia con detenimiento, bajo la luz de la bombilla pelada que hay en el centro de la estancia.
—?Sabes lo que dice? —pregunta Perdiz impaciente.
—He estado varios a?os estudiando japonés, lo he aprendido yo solo. Mi padre lo hablaba con fluidez, y en sus investigaciones hay muchos documentos traducidos a esta lengua. No lo hablo, pero algo leo. —Perdiz se aprieta con él bajo la luz—. Esto de aquí —indica Bradwell se?alando los dos primeros caracteres, — significa ‘mi’. —Desplaza luego el dedo al siguiente grupo, , y a?ade—: Y esta es una palabra que reconocería en cualquier parte, porque es la primera que busqué en el diccionario; significa ‘fénix’.
—?Mi fénix? Eso no tiene sentido. Mi padre no hablaba japonés. Yo nunca le oí llamar a mi madre por ningún apelativo cari?oso. No era su estilo.
—A lo mejor no es de él —sugiere Bradwell.
—?Qué significa ?mi fénix??
—No sé quién lo habrá escrito pero tiene muchas connotaciones. Significa que tu madre y quienquiera que le regaló el colgante sabían mucho. Puede que lo supiesen todo.
—?Todo? ?A qué te refieres?
—A la Operación Fénix. Es el nombre de toda la misión.
—Las Detonaciones.
—El Armagedón, el nuevo Edén. La criatura de tu padre: una nueva civilización que se levantaría de sus cenizas como un fénix. Un nombre muy ingenioso, ?no te parece?
Bradwell se levanta y tose; tiene el cuello colorado. Perdiz se siente un poco culpable por haberlo atacado. El otro chico le tiende una papelera metálica en la que probablemente echaban las entra?as en otros tiempos.