Save Us (Maxton Hall #3 )(53)



—No sé si alguna vez podré perdonarlo. Podría haber tachado todo el futuro de Ruby.

—Pero él entendió su error y trató de arreglar todo, ?verdad?

No respondo.

—Una invitación no hará da?o. Créeme, me doy cuenta de que está fuera de lugar. Pero cada uno de nosotros lo hizo alguna vez. Si no puede contar con nosotros ahora, nos convertiremos en hipócritas, ?no crees?

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Aprieto los dientes con todas mis fuerzas, y luego estiro la mano a la bebida. Doy unos cuantos sorbos, disfruto bebiendo en mi garganta.

—Me molesta cuando tienes razón—, le digo finalmente. Wren me palmea la espalda con una sonrisa.

Me despido de él y voy a buscar a Ruby. Tengo una manta y peque?os altavoces en el coche. Esperaba que después de la fiesta nos quedáramos un poco más en el claro y miráramos las estrellas. No hemos tenido la oportunidad de estar solos en las últimas dos semanas. Los padres de Ruby no son muy estrictos, pero pueden entrar en la habitación en cualquier momento, así que siempre trato de mantener una distancia decente. Bueno, tal vez no siempre. No quiero faltarle el respeto a los Bell. Después de todo, son la razón por la que tengo un techo sobre mi cabeza.





Ruby está junto al fuego. Está parada junto al director Lexington.

Está terminando la fiesta ahora mismo y agradeciendo a todos. Envuelta en el fuego parece un ángel de la venganza.

Sin quitarle los ojos de encima, saco el móvil del bolsillo, enciendo la cámara y hago fotos. Una emoción me atraviesa cuando miro el efecto.

Debería guardar mi teléfono nuevamente cuando llega un nuevo mensaje. Los pelos de mi cuello se erizan cuando veo que mi padre lo envió. Después de ignorar el primer correo electrónico, me escribió de nuevo hace una semana y me informó de que le había causado una decepción, pero me da otra oportunidad de mostrar sentido común. De nuevo, no respondí y esperaba que finalmente me dejara en paz.

Pero cuando leo el nuevo mensaje, me doy cuenta de que me equivoqué. A los ojos de mi padre, este caso no ha terminado de ninguna 191

manera. Para él, todo está empezando.

Tú lo quisiste así.





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No le conté a Ruby sobre los mensajes de mi padre.

Me doy cuenta de que esto es un error. Nos prometimos a nosotros mismos que no tendríamos secretos para nosotros y comenzaríamos a hablar abiertamente sobre todo lo que nos concierne. Y, sin embargo, no quiero volver a cargarla con sus problemas. En este momento tiene suficientes cosas en mente: los exámenes finales se están acercando, la batalla por las becas en Oxford se está volviendo cada vez más feroz. No quiero que me moleste ahora, especialmente porque no sé exactamente 192

qué significa el misterioso mensaje de mi padre.

Probablemente quería intimidarme, pero hizo lo contrario. Nunca he estado tan seguro de haber tomado la decisión correcta. Y nunca he estado tan motivado para finalmente hacer lo que he estado pensando durante semanas.

El sábado espero a que Ruby vaya al ba?o para prepararse para una fiesta en casa de Wren, y luego voy a la habitación de Ember. Respiro hondo y llamo a la puerta entreabierta.

—?Si?— viene de adentro. Ember se sienta en el escritorio, mirando la pantalla del portátil, con una taza de té en la mano. Ella levanta las cejas inquisitivamente.

—?Tienes un momento?— Confirma moviendo la cabeza.

—Entra, por supuesto. ?Dónde está Ruby?





—Se está preparando para la fiesta y habla con Lydia a través de FaceTime.

—Oh.

Me acerco a su escritorio. Ember inclina su cabeza ligeramente.

—?Que está pasando?

Miro su computadora. —Tengo algunas preguntas sobre tu blog. Y en realidad bloguear como tal.

Me mira por un largo momento, luego asiente. Se ve sorprendida.

Saca un taburete debajo de su escritorio.

—Claro que sí. Siéntate.

Tomo mi lugar, me peino con los dedos y respiro hondo. —He estado sentado en WordPress durante varios días, pero no lo entiendo. Pensé 193

que tal vez podrías explicarme un poco más claro que todos los tipos listos de la web.

—Ya sabes. Siento que cuando empecé, nadie me explicaba nada.

—Da la vuelta al ordenador para que ambos veamos la pantalla. Abre el navegador, introduce la dirección y en la siguiente ventana abre su blog, BellBird. —Uno por uno: puedes cambiar todo lo que ves en la portada aquí... — Abre otra ventana. —Te aconsejo que aprendas esto primero, porque este es realmente el punto de mando de todo el blog—. Presiona un botón y aparece un rectángulo gris en el lateral.

—Está bien. ?Lo hiciste tú misma? ?Tenías un informático?

—Primero que nada, necesitas tener un anfitrión para poner el sitio en el servidor. Puedes comprar muchos esquemas en WordPress. Te mostraré donde encontré el mío.

Abre otra página con los patrones del sitio.





—Tienes que pensar seriamente en lo que quieres conseguir. Aquí, como puedes ver, tenemos un dise?o fantástico, pero no coincide con mi contenido en absoluto.

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